Vincent Murano trabajó por más de una década en la División de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Nueva York. Allí continuó la obra iniciada hace veinte años por Frank Serpico, cuya historia fue interpretada magistralmente en el cine por Al Pacino. Arriesgando a diario su vida, Murano salió a la calle como agente clandestino. Lo que descubrió fue aterrador: policías que son al mismo tiempo ladrones, traficantes de drogasy hasta asesinos. Peoraúnfuecomprobarque hay un "código de silencio" que protege al policía delincuente en sus crímenes mayores y también en los menores. Escrito con la colaboración de William Hoffer, coautor de Expreso de medianoche y No me iré sin mi hija, este libro duro e intenso es revelador de uno de los males comunes en la sociedad contemporánea: la actividad delictuosa de quienes tienen la responsabilidad de protegerla.