La cocina china ofrece una cantidad infinita de platos que va mucho más allá de los habituales de los restaurantes chinos occidentales. Desde el refinamiento cantonés hasta la tradición picante de Sichuán, la gran variedad de recetas encuentra su punto en común en los sabores contrastados, la combinación de arroz y pasta como base, y las verduras, el pescado y la carne como acompañamiento, además de la técnica del saltado rápido y el uso del té como bebida
La cocina china ofrece una cantidad infinita de platos que va mucho más allá de los habituales de los restaurantes chinos occidentales. Desde el refinamiento cantonés hasta la tradición picante de Sichuán, la gran variedad de recetas encuentra su punto en común en los sabores contrastados, la combinación de arroz y pasta como base, y las verduras, el pescado y la carne como acompañamiento, además de la técnica del saltado rápido y el uso del té como bebida