"Hay que ser absolutamente modernos", dijo alguna vez el joven Arthur Rimbaud. Su poesía, habitada por pieles rojas, cañones, obreros, vírgenes locas, invierte los valores hasta vaciar el poema conocido y, al mismo tiempo, vacía su alma. Rimbaud entabló una relación amorosa con el poeta Paul Verlaine y, en Bélgica, Paul intentó matarlo en dos ocasiones por causa de sus infidelidades. Al salir del hospital, Arthur se dedicó al comercio en el Norte de África y residió en Harrar y Shoa, en la Abisinia central. Antes de partir, le entregó a Paul sus Iluminaciones. Desde la muerte de Rimbaud, a la edad de 37 años, y sobre todo a partir de la publicación de sus "Poesías completas" (1895), corregidas y prologadas por Paul Verlaine, fue gestándose su leyenda.